El soldado profesional Nelson Ramírez, domina el balón como pocos, le paga durísimo al arco y siempre usa la camiseta número 10, pero junto a sus compañeros de equipo son diferentes al resto de los futbolistas del mundo. Él es uno de los 12 mil colombianos víctimas de las minas antipersona en los últimos 30 años, según cálculos del Centro de Memoria Histórica.
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Nelson Ramírez perdió la pierna derecha de la rodilla para abajo en una misión secreta y de paso también sus ganas de vivir, pero todo cambió cuando pasó de los disparos de la guerra, a los disparos al arco contrario. Él es el fundador, capitán y presidente de Héroes de Honor, un equipo de soldados mutilados por la guerra que encontraron en el microfutbol una manera de ganarle a la discapacidad. Ahora son reconocidos como los inventores de una nueva modalidad del deporte que cada día toma más fuerza entre atletas.
Colombia hace parte del top 10 mundial en la lista deshonrosa de la siembra de minas antipersona.