Leiry Laura González llegó a la clínica con una infección urinaria y cinco meses de embarazo. Cuando salió no tenía ni bebé ni piernas ni brazos ni esperanzas y ni un peso en el bolsillo para comprar unas prótesis. Recuperó las ganas de vivir cuando supo de un chatarrero ingenioso y generoso, que la puso de regreso con los pies en la tierra y le devolvió la vida. Pies de plástico y pasos de gigante.
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LOS INFORMANTES
Muy cerca de Bogotá el chatarrero o mejor el inventor Juan Salcedo hace prótesis de residuos y desechos, lo que botamos a la basura y nos parece inservible lo convierte en pies y en piernas para devolverle la ilusión a tanta gente que lo necesita. No solo es un milagro que Leiry González lo haya encontrado, lo asombroso es verla sonriente, segura y de pie. El prodigio de un reciclador talentoso y la dicha de volver a caminar.