Más de 300 años después, el galeón San José libra otra batalla, pero esta vez desde el fondo del mar. Tiene en disputa a cuatro países que reclaman el tesoro que llevaba: lingotes de oro, monedas, pero también un pedazo grande de nuestra historia. Los Informantes se metió de cabeza a navegar los misterios, las intrigas y los intereses que rondan al San José.
El galeón San José se hundió en junio de 1708, hace exactamente 315 años, cerca de las Islas del Rosario, a una hora de Cartagena. La sonda Marina de la Armada Nacional va recorriendo lo que aún se conserva de esta embarcación enorme que llevaba un tesoro incalculable a España y que terminó hundido después de una batalla épica en alta mar con naves de bandera inglesa. “Encontramos una gran cantidad de porcelana y había vasos y platos enteros con dibujos de plantas y animales y como con aves. La porcelana seguramente viene desde Asia, hay muchas botellas botellas de vidrio intactas. Otra cosa que me pareció sorprendente fueron unas agujas, unas inyecciones, son muy grandes que tenían como seguramente fines médicos, pero que yo no quisiera nunca que me tratarán con eso”.
Nicolás Loaiza Díaz fue el director del Instituto de Antropología de Colombia e hizo parte de la expedición hecha el año pasado por el ARC Caribe , a cerca de 600 metros de la superficie. Van apareciendo lo que se cree eran unos camarotes y hasta parte de la cocina por la cantidad de vasijas que hay. Los lingotes y las monedas de oro brillan cuando la sonda los descubre y las monedas medio enterradas reposan tan quietas como el galeón rodeado de peces de todos los colores y formas que transitan por estos pedazos de galeón inamovible y estático. “Fue increíble, además uno empieza a ver como los colores, empieza también a ver cómo hay animales que están interactuando con las maderas, con estas partes orgánicas, hay peces que están allí, plantas”.
La cámara hace un recorrido sutil para no perder detalle y al mismo tiempo para no mover nada del sitio. Van apareciendo las monedas, vasijas, cañones, la luz se pone más intensa y la proa se asoma. “Está muy cerca de Cartagena, es como encontrar una aguja en un pajar también y el mar es muy grande”. Inmenso y profundo, por eso mismo este hallazgo que se creyó imposible tiene tanta fascinación. Rodolfo Segovia Salas es un cartagenero que lleva más de la mitad de su vida hablando del galeón San José, cuando nadie lo hacía, conoce su historia al derecho y al revés y su oficina lo ratifica con libros y mapas que solo hablan de ese galeón que está lleno de tesoros, sumergido al frente de Cartagena y que fue atacado por una flotilla inglesa que no le dio tregua cuando la brisa cambió el rumbo y el galeón ya no pudo evadir la ferocidad de las tres naves.