Vivir debajo de un puente, es un dicho que describe la pobreza más cruel. Hace poco más de tres años, llegó a Cúcuta una familia venezolana y su situación no puede ser más dramática: tienen dos hijos pequeños y hace unas semanas tuvieron una hermosa bebé en plena calle con la ayuda de dos policías. A la niña, sus padres le pusieron ‘Milagros’, por la forma en la que llegó al mundo.
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Debajo del Puente García Herreros, una vía que conecta las fronteras entre Colombia y Venezuela, sobre el contaminado río Pamplonita, vive ahora esta preciosa bebé. En los últimos cuatro años, desde que empezó el pico de la diáspora del vecino país, en Colombia han nacido 166 mil bebés, hijos de migrantes venezolanas. Los Informantes llegó hasta el mosquitero debajo del puente con los dos oficiales, para conocer a la bella Milagros.