Por fuera se ve bonita, limpia y sin manchas, hasta provoca jugar con ella, pero ojo que es un peligro: por dentro es tóxica, un veneno denso que se va pegando en las paredes, en las ollas y peor, en los pulmones, la garganta y en el sistema digestivo. De ese ese tamaño es la gravedad de las espumas que hemos visto subir y volar en lagunas y ríos en Mosquera y Soacha. Creció tanto que fue noticia mundial porque el paisaje parecía más de Dinamarca que de Cundinamarca. Espumas que se van y como la canción también dejan negros torbellinos.
Mira también:
Solo el 40% del agua que se consume en Colombia tiene algún tipo de tratamiento, el resto va fluyendo cargado de detergentes, pesticidas, mercurio, cianuro, jabones, toda clase de contaminantes que no deben estar en los ríos de este país, pero que flotan invisibles hasta cuando llueve, entonces se produce un torbellino y ahí sale a reducir una espuma densa y blanca con un olor penetrante que toca usar tapabocas en todo momento. Los Informantes fue a Mosquera y comprobó que las apariencias engañan y que la espuma no es inofensiva.