Carlos Mattos lleva muchos años en la lupa mediática, sus lujos de multimillonario: isla propia, avión privado, apartamentos en París, Madrid, Estados Unidos, además de sus amigos de la realeza y de la alta sociedad lo fueron metiendo en las páginas sociales. Sus fiestas eran muy concurridas y apetecidas. Se casó con Loretta Celedón, tuvo dos hijos y está separado.
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El empresario Carlos Mattos convirtió a Hyundai en una de las marcas más exitosas de Colombia y vendía carros como pan caliente, hasta el día que los dueños coreanos decidieron ofrecerla a un mejor postor y Mattos entró en pánico y como no quería perder el gran negocio, habría comprado jueces para que en litigio saliera a su favor. Al parecer, su chequera y sus mañanas no le funcionaron y ahora vive en La Picota con todos los males encima, está enfermo, olvidadizo y muy enredado con sus líos judiciales. Los Informantes recorrió su vida expuesta en álbumes familiares y sociales; habló con una de sus mejores amigas y con su abogado. Del millón de amigos a la soledad de una celda en Bogotá.