“Para mí Cristian cambió mi vida, es la razón, el motivo de manifestarle al mundo que no seamos indiferentes ante la necesidad, esas personas que están allí en esta condición son seres humanos también con sueños, con motivaciones”, dice con la voz entrecortada Hawi Sierra.
La vida de Cristian giraba en torno a la cocaína y el bazuco, todo el dinero que producía cantando como Chayanne se lo llevaba el vicio, pero un día un ángel de la guarda logró sacarlo de la oscuridad.
“La vagina que siempre soñé”: primera reafirmación de género con piel de tilapia El oso Chucho y la lucha que su abogado ha emprendido por sus derechos