Frank Villanueva tiene la fe ciega de que la música es un remedio para el alma. Por eso, acompañado de un oído privilegiado, que compensa su ceguera, creó la Orquesta Veinte Veinte con jóvenes invidentes de los barrios apartados de Cartagena.
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El cartagenero tenía 22 años y estudiaba contaduría cuando una enfermedad le quitó la visión lentamente hasta dejarlo sumido en sombras. A pesar de su condición, Frank Villanueva decidió darle un vuelco a su vida y creó una fundación para los jóvenes, que al igual que él no ven, pero que quieren colocarle melodía a su existencia. Como la música siempre ha sido su pasión, buscó los jóvenes que conformaran una orquesta tropical que los ha cambiado.
Los Informantes lo acompañó en el barrio San Isidro, donde todas las tardes se reúnen a ensayar.