El doctor Francisco Lopera Restrepo falleció el pasado 10 de septiembre de 2024, a los 73 años. Fue un destacado investigador colombiano del alzhéimer, dejando un legado invaluable que transformó la historia de esta enfermedad. Los Informantes rindió homenaje a su trayectoria profesional y recordó sus importantes hallazgos científicos que impactaron al mundo.
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El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por el deterioro y la muerte de las neuronas por causas aún desconocidas. “En la mayoría de los casos produce atrofia del cerebro, pérdida de volumen, pérdida del tamaño y eso va asociado a síntomas de pérdida de memoria y otras funciones cognitivas”, aseguró el doctor.
Después de 40 años estudiando el alzhéimer descubrió a Aliria Rosa Piedrahita, una paciente genéticamente predestinada a padecer la enfermedad, pero que poseía otro gen que la protegía. Este gen protector, descubierto por el doctor Lopera, es un hito en la ciencia y representa un avance descomunal en el esfuerzo mundial por encontrar una cura para el alzhéimer.
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“Aproximadamente hay 50 millones de personas en el mundo con demencia y la mayoría de ellas con alzhéimer. Para el 2050 serán aproximadamente 120 millones de personas en el mundo con demencia”, afirmó.
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Descubrimiento de la mutación paisa
Francisco Lopera fue neurólogo de la Universidad de Antioquia y, durante décadas, una eminencia mundial en la investigación de los misterios del alzhéimer. En 1984, descubrió la mutación paisa, un error genético que provoca la enfermedad en quienes lo heredan.
La obsesión del doctor por curar el alzhéimer comenzó antes de convertirse en médico. Apenas estaba en el primer semestre de Medicina cuando vio a su abuela naufragando en la enfermedad.
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Durante años, Lopera siguió el rastro de más de 25 mil pacientes con alzhéimer y participó en importantes ensayos clínicos de posibles medicamentos. Además, fue cofundador del Grupo de Neurociencias de Antioquia.
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“Treinta años de protección del alzhéimer es la cura de la enfermedad, porque está afecta a mayores de 65 años. Si yo puedo retrasar treinta años el inicio de los síntomas del alzhéimer esporádico, pues lo estoy curando porque nadie sobrepasa los 95 años”, reveló el doctor Lopera.
Sin duda, el descubrimiento relacionado con Aliria abrió una oportunidad significativa en la lucha contra esta enfermedad. Lopera y su equipo, en colaboración con otras universidades, estaban trabajando en encontrar la mejor forma de replicar la mutación protectora para inocularla en pacientes con alzhéimer.
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“En la actualidad, tenemos 464 cerebros almacenados. Es el único banco de cerebros que existe en el país...Un cerebro con una enfermedad de alzhéimer puede perder entre 200 gramos y hemos tenido casos que han llegado a 700 gramos. Un cerebro pesa 1,450 gramos”, dijo Carlos Andrés Villegas, coordinador del Neurobanco de UDEA.
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El 14 de abril de 2024, la Academia Americana de Neurología y la Fundación Americana del Cerebro otorgaron a Francisco Lopera el Premio Potamkin, una de las condecoraciones más importantes en el campo de la investigación de enfermedades neurodegenerativas. Fue el único latinoamericano en recibir este prestigioso reconocimiento.
La ciencia está de luto por la partida de un médico que soñó con curar a su abuela y dejó a la humanidad el camino para curar el alzhéimer.