Hay veredas de Colombia, apartadas de pueblos y ciudades, que no tienen puesto de salud, una calle pavimentada, una estación de Policía ni mucho menos una escuela. Hasta donde le toque, llega Lina García, una de las decenas de maestros itinerantes que viajan horas e incluso días para dar clase a antiguos guerrilleros y paramilitares que se comprometieron a sacar adelante sus estudios escolares. Salones improvisados, una profesora valiente que se la juega toda por sus alumnos y una tremenda lección.
Algunos no sabían leer o escribir, otros no sabían sumar ni restar y la mayoría no sabía que después de tantos años en el monte podían volver a la escuela. Lina García no es una profesora común y corriente. Es una profesora itinerante, pues viaja horas y horas en canoa, en moto, a lomo de mula, en lo que le toque hasta rincones escondidos del país para educar a exguerrilleros y exparamilitares que cambiaron las armas por el colegio. Ya son casi 10 mil los excombatientes que han recibido este tipo de clases y se han graduado ya 350. Los Informantes viajó con la profe al Nudo de Paramillo y aprendió que la letra con pasión y mucho sacrificio claro que entra.