La hermana Gloria Cecilia Narváez regresó del infierno como si hubiera envejecido mil años, reseca y deshidratada, con algunos problemas de salud y dolores en el alma. Desde que recuperó la libertad, después de cuatro años y ocho meses de haber estado secuestrada por Al Qaeda en el desierto del Sahara, se ha dedicado a sanar las heridas con mucha oración, escribiendo y compartiendo su relato estremecedor y valiente.
Mira también:
Ya es la misma de antes, recuperó el brillo en los ojos, la dulzura y la sonrisa, la hermana Gloria Cecilia Narváez ha hecho una intensa terapia de sanación después de la prueba durísima que la tuvo casi cinco años en el Sahara en unas condiciones terribles y siempre bordeando los límites entre la vida y la muerte. Los días en el convento de la Congregación Franciscana María Inmaculada, la oración, la certeza de saberse libre y segura le han ayudado a sanar tanto dolor. Como misionera está casi lista para volver a empezar. El coraje y el testimonio de la monja que regresó del desierto.