Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Push Noticias Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
Ahora no
Activar

Publicidad

Cabezote Los Informantes

El talento, la versatilidad y el legado que lleva en la sangre el actor Christian Tappan

Christian Tappan lleva en la sangre el talento y la versatilidad. La herencia que le dejó su padre el director Alfredo Tappan y la magia de un actor realmente apasionado.

Tappan-WEB.jpg

Christian Tappan es un actor tan versátil que sus personajes logran que uno se muera de la risa o del miedo. Tremendo poder el de encarnar impecablemente la esencia de un tierno cincuentón o de un bandido sanguinario. Aunque su carrera como actor no ha sido fácil, sí le ayuda mucho el hecho de que por sus venas corra la sangre del talento de Alfredo Tappan. La herencia que Christian honra todos los días.

A Christian Tappan no le queda grande ningún papel, ha hecho de narco, de marido infiel, de santo y hasta de actor. Tiene sentido del humor, un talento enorme y mucha experiencia porque ha estado frente a las cámaras desde que era un niño gracias a su papá Alfredo Tappan, un director brillante felizmente importado de México a la televisión colombiana. Una gran herencia.

Tappan es un güerito muy colombiano que ha estado metido en el mundo de la pantalla chica casi desde que nació. Christian creció en una familia colombo mexicana, siendo el mayor de dos hermanos. Su papá era director de fotografía y luego director de novelas y series. No era muy bueno para el colegio, incluso repitió el décimo grado antes de tomarse, en serio, lo de actuar. Nunca se planteó ser otra cosa y como a su papá, lo enamoró ese mundo lleno de luces y cámaras en el que había crecido.

El plan siempre fue el mismo, de alguna manera el camino de Tappan estaba predestinado, actuó profesionalmente por primera vez a los 8 años y cuando decidió que la actuación era lo suyo empezó a estudiar. Su papá Alfredo Tappan fue su más grande inspiración, dedicó toda su vida a la televisión fue sonidista, camarógrafo, director de fotografía y luego director en Televisa, uno de los canales más grandes de México y fue este oficio el que lo trajo a Colombia en 1968 al cubrimiento de la visita del Papa Pablo VI donde conoció a su esposa María Cristina, a los tres años se casaron y se fueron a vivir a México. 12 años después regresó a Colombia a realizar numerosas producciones como Décimo Grado donde dirigió a su hijo Christian por primera vez. Se fue ganando un espacio en la televisión a punta de trabajo y mucho talento.

Publicidad

Cada conversación con su papá se volvía tertulia, aprovechaba cada segundo al lado de él para aprender debatir y por qué no para robarle un poco de ese conocimiento, de ese amor por el oficio de actuar, por el arte, historias que sonaban a fantasía en esta tierra macondiana, el 7 de junio del año pasado Cristian y su familia se despidieron de su papá para siempre.

  • Publicidad