El semifinalista de la Voz Kids, Simón Cifuentes Hoyos , participó hace algunos años y deslumbró a todo el país cuando tocó los bombos y el bajo, además impresionó con su voz. Con 10 años de edad, a este niño alegre y extrovertido se le ha medido a tocar cualquier tipo de instrumento que se le presente. “Encuentro música en todas partes porque siento que todo tiene música”, afirmó.
El programa fue para él una ventana no solo de aprendizaje, sino de crecer profesionalmente como músico, al igual que su madre, María Alejandra Hoyos Escobar. “La Voz fue un aprendizaje para los dos. Él quería estar ahí, pero él había cantado conmigo siempre en los conciertos, pero nada serio porque tenía más un perfil de músico instrumentista, cuando él dijo quiero estar ahí, yo dije bueno hay que hacer unos esfuerzos”, comentó Escobar a Los Informantes.
En medio de la pandemia que afectó a muchos niños en su salud mental, por el contrario, para Simón fue la salida a la creatividad. “En Armenia, él tuvo la oportunidad de crecer un poco libre, en su imaginación, en su creatividad, pero también con mucha disciplina porque eso trae la música. La música es un gran maestro, te disciplina todo: la voluntad, tú ser, tú corazón”, agregó.
A pesar de que sus padres son separados, su padre tiene la fascinación por la música clásica mientras que su madre por los sonidos del bambuco y la alegría del sabor colombiano. Tal vez eso fue lo que hizo que él creciera entre diferentes ruidos, y, por ello, toda la herencia musical. Su mamá lo llama: el niño orquesta.
Sabe tocar alrededor de siete instrumentos, pero no deja de lado tocar cualquier objeto que le atraviese. Desde muy pequeño, su madre siempre lo llevaba a conciertos, pasaban el tiempo tocando y escuchando música folclórica. “Él empezó a trasladarme las canciones y todos los sonidos que él escuchaba con todos sus instrumentos, eso me causaba mucha ternura y mucha gracia. Y también, ver cómo él empezó a sentir la música desde muy pequeño porque no solo era tocarla, sino que la sentía. En ese momento yo dije hay personas que escogemos la música y hay otras a las que la música los escoge. Yo decía a este niño lo escogió la música”, mencionó su madre.
Al llegar a la ciudad de Bogotá para participar en la Voz Kids, tenían los dos, madre e hijo, algo seguro y era divertirse sin preocuparse tanto por ganar. “Cuando pasamos la primera audición él no lo podía creer, y fue toda una sorpresa, realmente, nosotros íbamos un poco incrédulos. Habían más de seis mil niños o más que se presentaron y niños dedicados al canto, y así fue pasado batalla tras batalla y nosotros no podríamos creerlo”, reveló.
Después de su gran participación en el programa se mudó con su mamá a New York, donde María consiguió una beca para estudiar una maestría de canto, mientras que Simón pudo entrar, por primera vez, a una escuela internacional becado por su talento musical.
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Aún se está acoplando al idioma y a su nueva vida. Sin embargo, fue invitado por músicos colombianos como Gregorio Uribe a tocar en el Lincoln Center, uno de los grandes templos de la música. Además, sacó su disco ‘Que bueno ser niño’. Espera seguir creciendo profesionalmente, apasionado por la música que desde pequeño lo atrapó, y sin duda, de la mano de su madre quien lo ha apoyado en todos sus sueños.