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El impacto del embarazo adolescente en nuestra sociedad es devastador. Una niña que se convierte en madre termina perpetuando un círculo de violencia, pobreza, trabajo infantil y deserción escolar. Este es el caso de Michell, quien tiene solo 13 años y recientemente tuvo gemelos. Una niña que no está preparada para asumir los desafíos de la maternidad. Ella cuida a uno de los bebés como mamá canguro, pero el otro está en incubadora y no lo ha podido ni cargar.
Ver a Michell de mamá es una escena desgarradora y antinatural. No podemos mostrar su cara, inocente, ni la de los gemelos para protegerla y porque todo acto sexual con menor de 14 años en Colombia es considerado como un delito. Este año, 2.573 niñas entre los 10 y los 14 años han dado a luz en nuestro país. Es conmovedor escucharla y verla tratando de asumir un rol que no le corresponde. La ingenuidad, el amor y la responsabilidad por dos de una niña convertida en mujer antes de tiempo.
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