El simple hecho de mirarlo es toda una experiencia, algunos se asustan, otros se ríen, otros se sienten extrañamente atraídos. Caim Mortis, más conocido como el diablo colombiano, es una de las personas con más modificaciones corporales en la historia de la humanidad y por supuesto se ha hecho de todo: implantes, tatuajes, piercings, modificaciones en los ojos, la nariz, la boca o los brazos. Cada rincón de su cuerpo tiene algún detalle sorprendente que no lo deja pasar desapercibido. Los Informantes acompañó a este Lucifer de carne y hueso a tatuarse por enésima vez y no salió como alma que lleva el diablo.
“Yo sé que mi apariencia no les gusta a muchas personas, qué puedo hacer, o sea, soy guapo y ya”. Dicen que entre gustos no hay disgustos y a Caim Mortis, el diablo colombiano, no solo le gusta, sino que le fascina como se ve, no le importa que le digan que su sola apariencia da miedo o que mirarlo a los ojos es como ver una película de terror, él se ríe con la gracia de un niño, total no hay nada más relativo que la belleza.
“A veces dejas de hacer cosas en tu vida para que el vecino, tu mamá, tus personas cercanas no se sientan mal, pero realmente puedes hacer con tu cuerpo lo que tú quieras”. Este Satanás nacido y criado en un barrio popular de Bogotá sí que ha hecho con su cuerpo lo que ha querido. Tiene cuernos de silicona en la frente, implantes de teflón en los brazos, piercings por toda la cara, modificaciones en la nariz y en la boca y tatuajes en partes del cuerpo que soy incapaz de mencionar. “Tengo un 80% de mi cuerpo tatuado, tengo 52 piercing y 45 implantes, son joyas que están dentro de tu cuerpo. Soy un lienzo, soy una vitrina”.
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Una vitrina de carne y hueso y ahora también de otros materiales como silicona o teflón, una exposición itinerante que puede presumir de varios récords y reconocimientos. Caim Mortis, no sólo es el colombiano con más modificaciones corporales, no solo es el tercero en Latinoamérica, sino que está en el top 10 de las personas más modificadas de todos los tiempos en el mundo. “Cuando yo empecé a intervenir mi cuerpo con la primera generación de cuernos entonces pues la gente aquí nunca había visto eso, la modificación corporal, entonces pues obvio ‘oh el diablo’ y pues no me incomoda”.
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Además de los cuernos, Caim Mortis tiene también la lengua dividida y las fosas nasales agrandadas y las orejas recortadas y la esclerótica, es decir, la capa blanca de los ojos, pintada de negro. Por ello, medios de todo el mundo le han dado el título de la persona más parecida al diablo que hay sobre la tierra, aunque él se siente más un animal complejo que un simple demonio.
“Mis modificaciones están enfocadas en los animales, no tanto en criterios religiosos y eso, los ojos del caballo, la nariz nos enfocamos en los felinos, la lengua bífida como la víbora, mi brazo es como la textura de un cocodrilo”. Pero, aunque el diablo se vista de animal, diablo se queda y este diablo hecho en Colombia está entre nosotros, anda suelto por ahí le guste al que le guste, en el fondo es un tipo común y corriente que camina por las calles saludando niños y tomándose con sus fanáticos.