Egidio Cuadrado nació en Villanueva, La Guajira, el 15 de febrero de 1953, se codeó en escenarios y estudios de grabación con algunos de los mejores músicos del planeta y recibió tantos premios y reconocimientos que hasta podría perder la cuenta. Cuando niño le decían el mudo, porque no dijo ni una sola palabra hasta que cumplió 6 años, pero lo que no salía de su boca lo expresaba con su música, a través de un acordeón.
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“El acordeón significa todo para mí. Es mi desayuno, mi almuerzo, mi cena, mi vida, todo, todo para mí. Sin él, me sería imposible vivir”, decía Egidio Cuadrado.
En 2021, Egidio Cuadrado habló con Los Informantes de su vida y milagros. Él es probablemente el acordeonista más famoso del mundo, tanto que los Grammy latinos le dieron un premio honorario por su gran aporte a la música. Su vida parecía un cuento de Gabriel García Márquez o, mejor, la letra de un muy buen vallenato.
Se encargó de presentarle al mundo el acordeón vallenato. Lo tocó en la Torre Eiffel y en la Torre de Pisa, en el Royal Albert Hall, de Londres, y en el Madison Square Garden, de Nueva York.
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El matrimonio musical de Egidio Cuadrado y Carlos Vives
“Respeto, disciplina y deseo de hacer siempre las cosas bien hechas”, así definía el acordeonero Egidio Cuadrado su relación de años en la música con Carlos Vives.
El músico samario, por su parte, dijo en entrevista con Los Informantes que una de las cosas más difíciles de trabajar junto a Egidio Cuadrado era “mandarlo a descansar”, porque “él quiere trabajar siempre, aunque a veces esté cansado”.
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“Egidio Cuadrado es un amigo en la música y un amigo en la vida. Es un súper papá, un súper abuelo, un súper esposo y un súper amigo”, enfatizó siempre Carlos Vives.
Familia de Egidio Cuadrado
Egidio Cuadrado estaba casado con Fanny Maldonado desde antes de conocer a Carlos Vives, tiene dos hijos y un perro que ladraba cuando lo veía tocar.
Egidio Cuadrado, rey vallenato
En 1985, después de dos intentos fallidos, fue coronado rey vallenato en Valledupar.
Luego, con su encanto ágil y su terquedad de mula, llegó al Palacio de Nariño y logró que lo recibiera el presidente de la época, Belisario Betancur, convirtiéndose en la primera vez que un acordeonero ‘se le metía al rancho’ a un mandatario.
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También se presentó en el programa Animalandia, del inolvidable Pacheco, y se convirtió en invitado obligado a las fiestas de los bogotanos más poderosos, allí conoció amigos de todo tipo, desde políticos y empresarios hasta las estrellas de la telenovela de moda en el momento: Gallito Ramírez. Al poco tiempo se reencontró con Carlos Vives, fue su maestro en 'Escalona' y se volvieron inseparables con La Provincia.