Desenmascarando el negocio de la minería ilegal en Nariño y una operación sin precedentes

En una zona en donde operan las disidencias de las FARC y en un campamento con alrededor de 1.000 mineros que viven del oro en medio de la miseria, la Aviación del Ejército, la Policía y la fuerza aeroespacial realizaron una de las operaciones más grandes en contra la minería ilegal que está acabando con el medio ambiente. Los Informantes acompañó el asalto aéreo que tomó por sorpresa a los mineros en una de las regiones más peligrosas del país.“Somos conscientes del riesgo que estamos asumiendo en este momento. Muchas veces es el día a día de nosotros los pilotos, los tripulantes de la aviación del Ejército. Sabemos que, que el área donde vamos a entrar hay enemigo, sabemos que podemos llegar a tener de pronto alguna afectación hacía nosotros mismos”. El mayor Mario Fernando Meza, a pesar de la experiencia que tiene piloteando helicópteros del Ejército no deja de sentir nervios por la misión que está a punto de realizar.“Es una zona bastante complicada donde hay bastante presencia del enemigo, y el cual nos puede afectar tanto a los soldados como a las aeronaves. Históricamente y en este año muchas aeronaves impactadas durante diferentes misiones que hemos desarrollado, entonces esto genera y hace que el nivel del riesgo sea alto”. Está a punto de despegar para meterse a una de las zonas más complicadas de Colombia, se trata de Magüi Payán, en el departamento de Nariño, donde hay presencia de grupos armados ilegales que, según las autoridades, controlan el narcotráfico y la minería ilegal. La operación es un asalto aéreo a uno de los entables de minería ilegal de oro más grande del país. Por eso el peligro de esta misión.“Asalto aéreo es sorpresa, donde prima la rapidez, la seguridad, es muy importante con la cual desarrollemos la misión, y la intención es asaltar y caer de una manera sorpresiva para poder consolidar los objetivos”. Para ser testigos de cómo se realiza una de las operaciones más grandes contra la minería ilegal por parte de las autoridades colombianas en una zona de conflicto, viajamos a través de la aviación del Ejercito desde Bogotá.Volamos en un avión Super King bimotor hasta Tumaco sin tener mucha información. La operación que se iba a desarrollar era totalmente reservada. Aterrizamos en Tumaco con una temperatura que se acercaba a los 32 grados.Nos recibe el Brigadier General Giovanni Rodríguez, comandante de la fuerza de tarea Hércules. No da algunas recomendaciones y nos deja en manos del teniente coronel Freddy Alberto Quesada, quien tiene sobre sus hombros el éxito de la operación.“El punto que vamos a intervenir es el Triángulo de Telembí, donde se ubica uno de los principales enclaves ilícitos más grandes del país en explotación ilícita de yacimientos mineros, por las mismas condiciones topográficas nos toca entrar por medio aéreo”. Para ingresar a la zona son necesarios dos helicópteros Black Hawk del Ejército y otros dos de la Policía, también un helicóptero UH-1H de la Fuera Aérea que vigila desde el aire toda la operación y está listo para abrir fuego en caso de que algún grupo ilegal ataque al grupo de hombres que participaran en la operación.