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“En artes plásticas trabajar con plastilina lo ven como algo infantil, pero después se dan cuenta del trabajo que hay detrás”: Édgar Álvarez.
“Cuando hice mi primera animación yo dije: ‘esto es lo mío’. Es ese sueño que uno tiene de niño de que sus muñecos cobren movimiento”, recuerda Álvarez.
Lo maravilloso de "explicar la realidad con plastilina" para Édgar: “yo puedo trabajar muchos temas de crítica política, pero la plastilina ayuda a que no sean tan fuertes ni agresivos”.
El proyecto "Los Invisibles" cambió la vida de Édgar Álvarez. Un trabajo para visibilizar a los habitantes de calle en Hollywood. "La gente me veía como un habitante de calle, me daban comida, me daba dinero. Empecé a hablar con muchos de ellos y fueron como mis mejores amigos en la ciudad de Los Ángeles. Una ciudad donde todo mundo anda en carro, la gente no ve. Todo lo ve desde los espejos. A toda velocidad”.
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“Yo llego a un sitio, huele horrible, pero ese es el sitio perfecto. Yo no estoy maquillando absolutamente nada”, detalla Édgar.
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