Pero también, por esas cosas de la vida, le bastaron solo tres minutos para contar un chiste en Sábado Felices para cambiar su vida y convertirse en uno de los comediantes colombianos más reconocidos.
El día que una granada apagó la vida de Juan José, un niño inocente en Medellín Una amistad que sabe a paz, reconciliación y a cerveza artesanal