Crudo relato de sobreviviente del padre Marcial Maciel, depredador sexual de la Iglesia

Elena Sada hizo lo que nadie en los Legionarios de Cristo se había atrevido a hacer: una cruda confesión sobre el padre Marcial Maciel, su trabajo como reclutadora y víctima de una de las sectas religiosas más oscuras de las que se tenga conocimiento, creada por el cura mexicano, quien abusó sexualmente de más de 60 menores de edad. La mujer contó su historia a Los Informantes en el 2021.

¿Qué fue lo que hizo el padre Maciel?

El sacerdote Marcial Maciel Degollado fue uno de los curas más monstruosos, manipuladores y narcisistas de la historia de la Iglesia católica. Además de los abusos sexuales, reclutó a una legión de jóvenes idealistas que lo siguieron con la idea de cambiar el mundo gracias a una de las órdenes religiosas más grandes y poderosas del planeta: los Legionarios de Cristo.

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Años después de abrir los ojos y huir del fanatismo, la mexicana Elena Sada contó sobre cómo el padre Marcial Maciel cometía sus crímenes. "Él les decía a los niños que él tenía una condición física que hacía necesario le dieran masaje en la zona de la ingle y en realidad acababa él dirigiéndolos para que le ayudaran a masturbarse y los niños lo veían como ellos eran los elegidos porque 'eran los más santos' y como ellos tenían 11 o 12 años lo creían”, afirmó la sobreviviente.

Con la excusa de extender la palabra de Cristo, el cura Marcial Maciel escondió atroces crímenes: “Juntaron un grupito de niños de entre 11 y 12 años diciéndoles que iban a ser los misioneros del sagrado corazón, así empezó con el nombre y que van a formar esta orden, que van a preparar a mucha gente en el mundo para combatir el comunismo y el ateísmo. Empiezan a tener relaciones sexuales con niños, pero los convence de que él es un santo que necesita cierto trato”, aseguró Sada.

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Origen de los Legionarios de Cristo

Ese fue el origen monstruoso de los Legionarios de Cristo, la orden católica que fundó el cura mexicano en 1941, para evangelizar, pero sobre todo para hacer de las suyas cometiendo crímenes atroces como la pedofilia.

La familia de Elena era una de las más prominentes, devotas y ricas de Monterrey y el blanco perfecto para un hombre empeñado en recaudar dinero y construir poco a poco la orden religiosa más poderosa e influyente en el Vaticano.

“Inclusive cuando notamos que había alguna cosa criticable no podíamos hablar entre nosotros y tampoco podíamos tener confidencias, entonces no teníamos la oportunidad de poder atar cabos de lo que estaba pasando”, relató la mexicana sobre su experiencia perteneciendo a la secta.

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Elena terminó siendo reclutadora de la orden y la autora de una manual para captar nuevos miembros por todo el mundo. Después de entregarle casi 20 años, apartada e incomunicada del mundo y de su familia, Sada un día se vio frente al espejo y abrió los ojos. Decidió escaparse y la verdad la hizo libre.

Solo descansó cuando en el 2006 explotó el escándalo innegable de los crímenes atroces de Marcial Maciel. Escribió ‘Ave negra’, unas memorias de lo que vivió como víctima y victimaria de esa secta. El sacerdote mexicano murió el 30 de enero de 2008, a los 87 años. Sus víctimas quedaron esperando un castigo, una reparación o al menos un perdón.

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