Como todos los domingos, en Los Informantes , tres grandes historias: el restaurante Celele en Getsemaní, Cartagena, ha sido premiado como el sexto mejor de América Latina; el testimonio de Moisés Fuentes, el nadador colombiano que representa al país en los Juegos Paralímpicos y, por último, Álvaro de Marichalar, quien da la vuelta al mundo en una moto acuática para alertar sobre el peligro de la contaminación por plástico.
Sabor a Celele
Celele es la sazón de un chef boyacense con sabor Caribe que se arriesgó y logró ser premiado como el sexto mejor restaurante de América Latina.
El chef Jaime Rodríguez Camacho encontró flores y aromas en el barrio Olaya Herrera, donde otros solo ven pobreza. Recoge germinados de los jardines comunitarios y las delicias de Bazurto para crear platos únicos. Este restaurante es una joya de la cocina caribeña.
Brazadas de campeón
Moisés Fuentes es un verdadero ejemplo de resistencia y superación. El nadador colombiano no solo es un atleta, sino que su inspiradora historia deja una huella profunda en todos los que la conocen.
Publicidad
Fue víctima de un atentado que lo dejó en silla de ruedas, pero nadie nada como él. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Moisés ha demostrado que, con determinación y esfuerzo, se pueden alcanzar grandes logros.
Ha sido cuatro veces medallista paralímpico, campeón mundial y triple campeón panamericano. Un hombre que, a pesar de todo, decidió nadar contra la corriente.
Publicidad
El Quijote del agua
El explorador español Álvaro de Marichalar emprendió una travesía alrededor del mundo en una moto acuática para concientizar a la humanidad sobre la contaminación por plásticos.
Salió de su país con la misión de visibilizar y generar un cambio por el medio ambiente, destacando el gran problema que conlleva el plástico. En su paso por Colombia, habló de sus encuentros con piratas, ballenas, sirenas y del rey emérito de España, quien le regaló unos zapatos en altamar.
Álvaro ha recorrido gran parte de sus viajes con gasolina extraída de desechos plásticos gracias a un proceso llamado pirólisis. Su vuelta al mundo busca adquirir experiencias y conocimientos para vivir de una manera más ecológica y así salvar el planeta.