Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
En este capítulo de Los Informantes , el informativo de Caracol Televisión, vea tres grandes historias. Primero, el boxeo empodera a niñas en Medellín, la bogotana que transforma aulas de clase con plástico reciclado y finalmente, el misterio de la balsa muisca, un importante tesoro cultural del país.
Andrea González Duarte, una colombiana adoptada en los Países Bajos, regresó a su país natal para combatir el abuso en una comuna de Medellín. Durante la pandemia ella repartía mercados a los más vulnerables de Medellín, la ciudad a la que había llegado para tratar de reconectar con sus raíces. Mientras hacía su labor, escuchó un caso de abuso sexual.
Fundadora de la Fundación Mi barrio, mi sueño, Andrea enseña boxeo a niñas y mujeres para empoderarlas y defenderse de la violencia.
Publicidad
Su fundación no solo enseña técnicas de defensa, sino también a identificar y actuar ante situaciones de violencia. Andrea se dedica a proteger a las niñas y mujeres del barrio La Honda del abuso sexual, físico y emocional.
Publicidad
María Angélica Sánchez, una abogada bogotana, encontró una manera innovadora de ayudar a los niños y al medio ambiente. A través de su Fundación Recupera tu silla, transforma plástico reciclado en pupitres para niños que estudian en condiciones adversas.
Un pupitre puede parecer poco, pero para un niño que no tiene donde sentarse puede ser todo. Con su trabajo ha dotado 316 aulas en más de 52 colegios de Colombia, mejorando significativamente el proceso educativo de miles de niños.
La Fundación Recupera tu silla transforma plástico reciclado en aulas de clase para niños que no estudian en una condición digna, están estudiando en el suelo, en llantas, en unas condiciones completamente adversas y así logran dotar sus aulas para que se sientan cómodos y su proceso educativo mejore notablemente.
María Angélica Sánchez es capaz de mover cielo y tierra para llevar miles de pupitres hechos de plástico reciclado hasta el último rincón de Colombia. Su trabajo ha sido reconocido nacional e internacionalmente.
Publicidad
(Lea también: La increíble historia de la balsa muisca, el tesoro precolombino más famoso de Colombia )
Publicidad
La balsa muisca, uno de los tesoros precolombinos más famosos de Colombia, guarda muchos secretos y leyendas. Descubierta en 1969 en Pasca, Cundinamarca, esta pieza única no fue encontrada en la laguna de Guatavita, como muchos creen, sino en una cueva.
"La confusión está porque existe el mito del Dorado y la ceremonia del Dorado", explicó Juan Pablo Quintero, curador y arqueólogo del Museo del Oro. La balsa muisca es una muestra de la destreza técnica de los antiguos habitantes de la región y sigue siendo un símbolo de su rica historia cultural.
"La balsa se descubre en 1969 en Pasca, en un lugar mágico, un paisaje muy impresionante", comentó la arqueóloga María Alicia Uribe, directora del Museo del Oro. Allí reposa la balsa muisca, una de las piezas más valiosas de la colección.
El Museo del Oro decidió cambiar la sala de la balsa para que esté acompañada por los otros objetos que estaban en la cueva donde fue hallada.