Como todos los domingos, en Los Informantes , tres grandes historias que no dejan indiferente a nadie. Primero, conozca la tragedia de una madre que perdió a sus tres hijos en distintos momentos; segundo, el vuelo de un joven con piel de mariposa que lucha por sus sueños y, por último, una creación que podría salvar la vida de miles de mujeres en Colombia.
Lo que no tiene nombre
Perder un hijo es una tragedia inimaginable. Ahora, ese dolor multiplicado por tres debe ser infinito. Así es la historia de Évelyne Goubert, una madre que, con un testimonio desgarrador, cuenta cómo enfrentó la muerte de sus tres hijos en distintos momentos de su vida. Más allá del sufrimiento, habla de la resiliencia y del poder humano para sanar.
Esta madre reflexiona sobre cómo estas pérdidas cambiaron su vida. Transformó la oscuridad en sanación y ahora ayuda a otros a buscar fuerzas para continuar. Su relato no solo estremece, sino que también invita a reflexionar.
Santiago, el Monarca
David Santiago Vargas, un joven que nació con epidermólisis bullosa (EB), más conocida como piel de mariposa, una rara condición que hace que su piel sea extremadamente vulnerable.
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A pesar de las limitaciones físicas y el dolor que enfrenta a diario, Santiago ha encontrado refugio en la música. Actualmente estudia para convertirse en un gran productor del género urbano.
Desde que era un bebé, aprendió que su condición no tiene por qué detenerlo, ni siquiera las múltiples cirugías que le han realizado a lo largo de su vida.
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El joven de 21 años es conocido en el mundo artístico como Monarca, un apodo que resuena con la misma fuerza de la mariposa que lleva en su alma, esa que también es un símbolo de resiliencia y superación.
Soy Julieta
En Colombia, miles de mujeres enfrentan difíciles y tardíos diagnósticos de cáncer de mama, pero un pequeño aparato, llamado Julieta, podría cambiar esa realidad. Diseñado para detectar anomalías en los senos de manera temprana, este dispositivo tiene el potencial de llegar a comunidades remotas y salvar vidas.
Detrás de esta invención tecnológica está Valentina Agudelo, una joven emprendedora que decidió unir la ciencia y el compromiso social para combatir una de las principales causas de muerte femenina en el país. Una revolución para la salud femenina, pues en el mundo 1 de cada 8 mujeres que es diagnosticada con cáncer de seno.