Como todos los domingos, en Los Informantes tres grandes historias: Yorleana Mosquera, la joven de 20 años que mide tan solo 58 centímetros y sería la persona más pequeña del mundo. El doctor Francisco Lopera, eminencia mundial en la investigación contra el alzhéimer, murió recientemente a los 73 años y una fundación que ayuda a quienes más lo necesitan con prótesis dentales en un tiempo récord.
>>>Yorleana Mosquera, la mujer más pequeña de Colombia, clama por apoyo debido a su condición
Yorleana Mosquera Gómez es considerada la mujer más pequeña de Colombia y probablemente del mundo. A sus 20 años, mide 58 centímetros. Sin embargo, vive en una de las zonas más marginales del país, lo que ha hecho que casi nadie la conozca.
Nació el 1 de agosto de 2004. Vive en una casa humilde con sus tías y primos, más de 10 personas que se dividen en seis habitaciones. Actualmente, enfrenta la pobreza, el aislamiento y la falta de educación. Su situación es lamentable, con escasas posibilidades económicas y en una región azotada por el conflicto armado.
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>>>Francisco Lopera, el científico colombiano que revolucionó la investigación del alzhéimer
Por otro lado, la historia del doctor Francisco Lopera Restrepo, quien falleció el pasado 10 de septiembre de 2024, a los 73 años. Fue un destacado investigador colombiano del alzhéimer, dejando un legado invaluable que transformó la historia de esta enfermedad.
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Después de 40 años estudiando el alzhéimer descubrió a Aliria Rosa Piedrahita, una paciente genéticamente predestinada a padecer la enfermedad, pero que poseía otro gen que la protegía. Este gen protector, descubierto por el doctor Lopera, es un hito en la ciencia y representa un avance descomunal en el esfuerzo mundial por encontrar una cura para el alzhéimer.
>>>Operación sonrisa: odontólogos devuelven alegría en las zonas más olvidadas de Colombia
Finalmente, con el propósito de cambiar el mundo una sonrisa a la vez, el odontólogo Andrés Bedoya visita los territorios más recónditos y pobres de Colombia para devolver la alegría a miles de personas que han perdido su dentadura.
Bedoya y su equipo operan de la mano con la Armada Nacional. Con una técnica propia y un gran deseo de ayudar, creó una fundación que lleva su nombre y que acude a los lugares más remotos del país para devolver la sonrisa a quienes la han perdido. En dos años de trabajo han adelantado 30 brigadas por todo el país, atendiendo entre 5 y 7 personas en cada jornada.