El jesuita Nelson Velandia es el único sacerdote en Colombia y el tercero del mundo experto en agujeros negros. Un religioso que ha logrado encontrar a Dios en una materia tan oscura y misteriosa. Los Informantes habló un cura capaz de darnos una perspectiva cósmica de nuestra existencia.
Aunque hace solo 400 años, la Inquisición estuvo a punto de quemar Galileo Galilei por demostrar que la Tierra giraba alrededor del Sol y no al revés, hoy existe un cura que camina con un libro de astrofísica debajo del brazo como si fuera la Biblia y que es capaz de encontrar a Dios hasta en esos agujeros negros.
“Una especie de sifón, un agujero negro sería como una especie de sifón”, explica Velandia cuando se le pregunta por uno los fenómenos astronómicos más intrigantes y del que es experto.
Este Padre jesuita, quien tiene la curiosidad de un niño y los conocimientos de un teólogo doctor en astrofísica, es tal vez el único cura en la iglesia al que le emociona hablar de estos temas.
“Resulta que en un agujero negro está pasando lo contrario del origen del universo, en el origen del universo es mucha energía que se concentra en materia y hace una explosión, por eso Big Bang. En el agujero negro es demasiada materia que se concentra en un punto y se vuelve energía”, señala el jesuita.
La vida del sacerdote Nelson Velandia ha girado alrededor de la fe y la ciencia en la Universidad Javeriana, allá dicta clases de física teórica, tiene un grupo de estudios interdisciplinarios sobre el ser humano en el cosmos e incluso un grupo de aficionados a la astronomía que hacen salidas al desierto para observar la inmensidad del universo.
Publicidad
“La ciudad, pues nos ha dado muchas cosas muy bonitas, pero nos hace perder de maravillas. Yo no sabía, por ejemplo, en la última salida a la Tatacoa, el instructor que estaba ahí nos decía que sólo el 5% de la humanidad ha visto la vida Láctea con sus propios ojos. Cuando empieza la luz en las ciudades la gente ya no mira para los cielos”, cuenta Velandia.
En un mundo lleno de incertidumbres y maravillas, el Padre Nelson Velandia nos recuerda que la fe y la ciencia no son fuerzas opuestas, sino complementarias. Su dedicación a explorar los agujeros negros no solo nos lleva a los confines del universo, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestro lugar en él.