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Cabezote Los Informantes

Amor virtual y deudas reales: historias de mujeres estafadas tras usar apps como Tinder

Los casos de Liliana y Catalina son un recordatorio de los peligros que acechan en las apps de citas como Tinder y Bumble. El amor que sintieron se convirtió en toda una pesadilla financiera.

Estafas en aplicaciones de citas
Catalina y Liliana terminaron estafadas y engañadas por un mismo hombre que conocieron a través de una aplicación de citas
Los Informantes

En Colombia siempre ha existido el riesgo de la inseguridad, y especial cuando se trata de la virtualidad. Entre otras, el amor y las apps de citas, como Tinder y Bumble, se han vuelto blanco de delincuentes que estafan y generan deudas a sus víctimas. El programa Los Informantes conoció casos de mujeres que terminaron robadas y con el corazón roto.

>>>¿Qué tan seguras son las aplicaciones de citas? Recomendaciones para no caer en estafas

Liliana Díaz tiene 45 años, es comunicadora social especializada en Gerencia Educativa y trabaja en un colegio muy reconocido del norte de Bogotá. “No recuerdo quién me recomendó que había estado en Tinder y que había hecho un match con una persona que le había ido muy bien, entonces yo dije ‘bueno, vamos a probarlo’, yo en ese entonces tenía 40 años, buscaba un rango de una persona de mi edad o tres años por encima, una persona que por lo menos uno viera que tuviera una estabilidad laboral y profesional”, aseguró.

Este ‘match’ se ha convertido en una posibilidad para conocer a alguien y a la vez en un generador de emocional, pues busca obtener una aceptación de otro y a su vez es una puerta de confianza.

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Las aplicaciones de citas como Tinder o Bumble son responsables de una de cada cinco relaciones en nuestros días. “Uno pone la foto más bonita, donde uno se ve más agradable, tuve muchos matchs, a veces uno ve que hay personas que no se expresan bien, no escriben bien, entonces uno dice ‘no, este no va con mi perfil’”, indicó Liliana.

Su círculo social es cerrado y por eso la oportunidad de conocer gente le llamaba la atención. Había hecho un par de amigos a través de Tinder y salió algunas veces con ellos, pero nunca pensó que iba a conocer a su pareja por ese medio, pero en 2019 vio un perfil en particular que le llamó la atención. “Las fotos que él tenía En Tinder todas eran fuera del país, entonces, pues uno dice 'el hombre viaja recurrentemente', se le hacían unos hoyuelos, eso lo que lo hacía ver como muy angelical”, mencionó.

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>>>Las apps de citas y sus riesgos: ¿qué hacer antes de encontrarse por primera vez?

Víctor parecía ser el hombre perfecto, un empresario atractivo, exitoso y joven en búsqueda de pareja. Su química fue de inmediato, las videollamadas y mensajes era cada vez más recurrentes, se enamoraron a través de las redes sociales. “Yo creí que el realmente se estaba enamorando… fue una cosa efervescente y fue rápido, o sea, después de que empezamos a salir como a los 20 días nosotros ya decíamos que estábamos en una relación”.

Un giro inesperado cambiaría el amor por las deudas


Sin embargo, un hecho cambiaría la concepción del hombre por completo. Catalina Morales, de 44 años, conoció a Víctor por el mismo medio. El hombre también empezó a cortejar a la mujer con la misma técnica que hacía con Liliana. El amor que sentían las dos por él hizo que ellas le prestaran dinero para sus ocurrencias.

>>>Mujer estafó a más de 20 personas con supuesto negocio de mantequilla

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Por un lado, Liliana saco un carro para Víctor, uno de los tantos préstamos que le hizo y le causó una millonaria deuda. “De pronto en ese querer de encontrar a alguien y estar con una pareja me llevó a ser bastante laxa en lo que yo quería de mi pareja. Yo decía: 'sino le doy dinero, lo voy a perder'. De pronto yo alguna vez juzgue a las mujeres que hacían esto, pero cuando uno es tan vulnerable emocionalmente uno termina cediendo”, afirmó Liliana.

Por otro lado, Víctor le pidió a Catalina que invirtiera 70 millones en un negocio de gallinas ponedoras. Según ella, el embargo que se le generó fue de 150 millones de pesos, un monto que, sumado a abogados y otros gastos, aumentó a 250 millones. Préstamos que ella pidió con la promesa de recuperar el dinero en poco tiempo. El compromiso de que él le devolvería el dinero nunca se cumplió. Después de dos años, seguía endeudada y vivía con su mamá en Sogamoso.

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Estas mujeres han compartido sus experiencias para generar conciencia sobre los peligros potenciales en las aplicaciones de citas y esperan que se haga justicia. A pesar de las heridas emocionales y financieras, están decididas a enfrentar la situación.

Vea el capítulo completo de Los Informantes aquí:

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