¿Volvió de la muerte? Familia cremó a 'su gato' y 22 días después el animal regresó a la casa

La familia de Rachel Fitzsimons se llevó la mayor sorpresa de su vida luego de ver a Frankie, el gato de 16 años que habían dado por muerto hace más de 20 días.Todo empezó cuando el minino, que fue rescatado de un refugio de animales se escapó de la casa situada en Inglaterra. La familia pensó que podría estar escondido en algún rincón de la vivienda, pero dos días después la zozobra los llevó a buscarlo por el vecindario.“Lo buscamos por todas partes y había mucha gente involucrada. El clima era horrible así que sabíamos que volvería a casa si podía”, dijo la mujer, según TN.La búsqueda terminó cuando encontró, cerca de su casa, el cadáver de un gato, que era idéntico a Frankie, con las mismas marcas en el pelaje.El cuerpo de ese animal no tenía cabeza y no estaba en descomposición.Trabajadores de la empresa que administra la autopista recogieron el supuesto cuerpo de Frankie y se lo entregaron a la familia de Rachel en una bolsa, misma que no abrieron por recomendación de los hombres.“No podía soportar la idea de que la mitad de él fuera enterrada en el jardín”, dijo Rachel, por lo que decidió llamar a un veterinario, que le recomendó la cremación del gato.Las cenizas del animal fueron entregadas a la familia en un cofre, que se situó al lado de la cama de Remy, hijo de Rachel, que solía dormir con el felino. La tristeza invadió a la casa por varios días.Exactamente 22 días después, el gato Frankie volvió a la casa maullando, como si nada hubiera pasado.“Mi marido escuchó un maullido afuera y luego yo lo oí gritar. Salimos corriendo y allí estaba Frankie. Fue un momento increíble”, afirmó la mujer.Felices y sorprendidos, alimentaron a Frankie, que llegó sucio y flaco. Tras llevarlo al veterinario constataron que no estaba herido ni enfermo.Ahora el gato que volvió de la muerte disfruta de su familia, que pasó del llanto a la felicidad al escuchar un maullido. Rachel cuenta que Frankie pasa frecuentemente por el lugar en el que están las cenizas del otro minino.