Shannon Heroux, una conductora de Uber, de Encino, California; ha compartido una historia de discriminación. Esta madre estadounidense con discapacidad auditiva recordó cómo intentó pedir un té en un restaurante de comidas rápidas.
Como es la norma, los empleados usaban la mascarilla y ella no podía escucharlos. Por esto les pidió que si podían quitársela para que ella pudiera leerles los labios.
La respuesta que recibió fue la indiferencia y las burlas de los empleados del lugar.
El maltrato, sumado a meses eternos de pandemia, terminaron en este desahogo que impulsó la solidaridad en las redes sociales.
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Hoy, ya mucho más tranquila agradece el apoyo que recibió de su familia social, la que está detrás de una pantalla, a veces, más comprensiva, hay que decirlo.