El animal, como si fuera uno más de la familia con la que iba, abordó el vehículo en Cusco. Quienes captaron la escena quedaron sorprendidos.
El animal aguardó a que una mujer subiera al taxi y luego tomó su turno. Una niña le cerró la puerta y se fue en la silla de adelante.
“No lo puedo creer”, decía una mujer que al observa la inusual situación.
Publicidad