La señora Mariana, una vendedora ambulante en Bogotá, se hizo tendencia en redes sociales luego de su emotiva reacción tras recibir una importante suma de dinero por parte de un creador de contenido.
La mujer, que se dedica a vender productos en los semáforos de la capital, aceptó que el tiktoker Sebastián Moreno le tomara unas fotografías.
Según contó Moreno en sus redes sociales, sus seguidores aportaron 110 mil pesos y él contribuyó con $890.000, todo con el fin de obsequiarle, como gesto de caridad, $1.000.000 a la vendedora ambulante.
El tiktoker empezó a tomarle fotos a la señora Mariana mientras esta le contaba su historia. La mujer relató que hace cuatro años es viuda, tiene seis hijas y 15 nietos. También aseguró que gana 550 pesos por cada botella de energizante que vende. De esta manera logra recolectar dinero para pagar arriendo y servicios.
En medio de la conversación, Moreno le dijo a la vendedora ambulante que quería donarle un millón de pesos para que pudiera suplir sus necesidades. Ante el gesto del fotógrafo, la mujer rompió en llanto y le agradeció.
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Moreno se robó todos los aplausos en Instagram y TikTok. "😍😍❤️❤️ Estos son los videos que valen la pena", "El mundo necesita más personas como Sebas", "Tan linda doña Mariana. Ya debería estar disfrutando de su pensión" y "Quisiera tener tantas bendiciones para dar así como tú ❤️ Dar para recibir, anhelo poder hacerlo. Qué orgullo, Sebas" fueron algunas opiniones.
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Invitó a su casa a vendedor ambulante que estaba bajo la lluvia y lo sorprendió con tremendo regalo
Las redes sociales se conmovieron con la historia de Felipe, un vendedor ambulante de helados que no estaba teniendo un buen día, perofue visto por un hombre de buen corazón que lo ayudó y compartió su historia en TikTok.
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En las imágenes se ve a Felipe con su carrito de helados y debajo de una intensa lluvia, que no lo deja moverse de un techo en el que encontró refugio.
En ese momento fue visto por el generoso sujeto que lo invitó a pasar a su casa: “Él se está mojando en esa esquina, no sabemos qué necesidades tiene, pero lo voy a invitar a mi casa, a que se tome un café y me cuente su historia”.
Felipe, con su carrito de helados, entró a la casa de ese buen samaritano. Se secó, se sentó en una silla, se tomó su café y empezó a contar su historia.
“Yo al día me saco 16.000 pesitos, a mí me quedan unos 8.000 pesos. Tengo una hija de 3 años y esposa. Yo le digo a la gente que me ayuden. A veces en la calle prefieren comprarle a otros vendedores que a mí, yo no tengo la culpa de haber nacido así. A veces me siento a llorar porque no tengo cómo llevarle la comida a la bebé mía. Espero que la gente me compre, que se ponga la mano en el corazón”, dijo.
El creador de contenido le dijo a Felipe que le iba a hacer el día y le cumplió. Le entregó un fajo de billetes: “Lo vi en esa esquina y se me movió el corazón, hoy Dios está del lado suyo”.
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Entre lágrimas, Felipe recibió la plata y agradeció: “Muchas gracias, la otra semana cumple años mi niña y yo quiero llevarle un detalle. Dios lo bendiga”.