Por medio de redes sociales se difundió un curioso caso protagonizado por una perrita, luego de que sus dueños fueron notificados de que había sido suspendida de la guardería por comportarse mal con sus cuidadoras. Según la carta enviada por el centro especializado en el cuidado de animales, la perrita intentó morder a una de las auxiliares mientras la acariciaba.
Maggie Verónica, una pequeña perrita bulldog francés de color negro, fue enviada por sus dueños a una guardería ubicada en el barrio La Salle del municipio de Toledo, en Brasil, como solían hacerlo desde que el recinto de entretenimiento y cuidado de animales fue inaugurado hace casi un año.
Sin embargo, la protagonista de esta historia vivió toda una aventura al interior de la guardería, que dejó sorprendidos a sus 'padres humanos'. Según las cuidadoras del lugar, la pequeña mostró un comportamiento turbulento dentro de las instalaciones, así que desde la administración tomaron la decisión de suspenderla durante 15 días para que reflexione sobre sus acciones.
De acuerdo con la carta emitida por el centro especializado en el cuidado de animales, la señorita Maggie fue suspendida del jardín de infancia por su “mal comportamiento” y deberá ser evaluada de nuevo al terminar con su penalización, antes de poder volver a ingresar. Adicionalmente, los encargados del lugar le adjuntaron a la familia de Maggie Verónica un video en el que quedó evidenciada su forma de actuar.
Aunque aparentemente la perrita se veía muy tranquila, una vez que sus dueños se fueron aprovechó para mostrar su 'lado oscuro'. En la pieza audiovisual compartida por las personas de la guardería, se ve cómo Maggie intenta morder a una de las auxiliares mientras esta la acaricia.
Publicidad
Felipe Cerny, dueño de Maggie, compartió por medio de redes sociales el regaño dirigido a la perrita mientras le lee la carta de suspensión. En el video se ve cómo la pequeña bulldog francés da vueltas en el mismo puesto escuchando atentamente las palabras de su amo, luego lo mira con ojos tiernos y trata de desviar su atención de la misiva.
En un intento por distraer a su dueño, la perrita se tira al piso y muestra su panza para que la acaricien. Al ver que esto no funciona, se acerca a su propietario, le dedica una mirada arrepentida y luego se marcha ignorando completamente el regaño.
Publicidad
La reacción de la pequeña perrita desató una ola de comentarios por parte de los internautas que la siguen, que en su mayoría expresaron la gracia que les causó toda la situación en general e hicieron algunos chistes al respecto. “Te entiendo, Maggie Verónica. También fui suspendido de la escuela por morder a mi compañero de clase cuando era pequeño. Mi mamá tampoco me quiso acariciar la panza”, se lee en uno de los mensajes.