Lo más Trinado llega en esta nueva semana con un sacerdote rapero, unos cisnes que danzan sin importar la edad y un robot que cada día es mejor alumno.
Unos cisnes que bailan como si el tiempo no existiera
Flexibilidad, coordinación, memoria y belleza, todo en un solo envase: el de unos ‘cisnes’ que danzan sin importar su edad, acompasados todos por una pasión en punta de pies.
Cuando ellas bailan, el tiempo pareciera detenerse. Y es que en esta escuela de ballet la edad es lo de menos.
La alumna más joven ya tiene medio siglo de existencia y todo un camino por recorrer en punta de pies.
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Ellas se sienten como cisnes en el agua, flotando entre coreografías y afinando cada vez más su técnica. Pero lo que realmente se aplaude con cada movimiento es la alegría que emana de cada una de sus extremidades.
Son bailarinas en su edad de oro, listas para desafiar la gravedad, para hacer girar el reloj de arena y llevar el balance entre cuerpo y alma a su máxima expresión.
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Un sacerdote con mucho flow
Y qué mejor sermón que el que se hace con convicción. Su protagonista, Thomas Eschenbacher, un sacerdote de la iglesia de Hammelburg, en Alemania, quien decidió convertirse en rapero por unos minutos para llevar la palabra de Dios a los más jóvenes.
Thomas Eschenbacher intenta todos los años hacer algo especial para carnaval y este 2023 confesó al medio alemán Antenne que, aunque no suele escuchar rap, quería probarlo en su misa especial.
En medio de su rap, le dirigió unos versos al propio Vladimir Putin: "Algunos presidentes no tienen suficiente con su propio imperio. Rusia todavía parece demasiado pequeña para el demonio de Putin, por lo que Ucrania debería entrar en su imperio. La gente tiene que morir por ello, cruelmente sin fin: las bombas caen y la lucha se prolonga allí desde hace un año. Queda la esperanza de que al hablar crees la paz. Pero eso parece imposible con el mono belicoso".
No es la primera vez que el religioso sorprende a la feligresía con sus ideas, pero sí que tiene tanto eco en las redes sociales, especialmente por la pinta. Al final, aplausos del respetable y un sermón difícil de olvidar.
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Un robot con muchas ganas de aprender
Y para ser un gran maestro, hay que ser primero un gran aprendiz, como Atlas.
Desde su creación, hace una década, este robot humanoide de la empresa Boston Dynamics ha logrado increíbles avances, aunque no la ha tenido fácil.
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Hoy, Atlas es ejemplo de persistencia y evolución. Es un asistente como pocos para operaciones de rescate, pero también para tareas de construcción. un robot incansable, listo para aprender y no rendirse.