Muchos sueñan con un paseo en las nubes, pero pocos lo logran o cumplen. Y como estamos en cuenta regresiva para la Navidad , pues Papá Noel ya casi llega a la ciudad y no precisamente en un trineo volador, sino en un perro volador.
Esta vez el vehículo en un perro samoyedo al que Adrien Nisan adoptó y enseñó a volar.
Ouka encontró, surcando los cielos en parapente, al mejor compañero humano posible después de haber sido abandonado en dos ocasiones por familias distintas.
El perro volador de los Alpes, así se le conoce, invita a disfrutar de la navidad, contemplando la majestuosidad de nuestra casa: la Tierra.