Curiosas y hasta confundidas, así se ve un grupo de alpacas al ver al pequeño Edward en un video, pues el chiquitín, que pareciera estar en el lugar equivocado, es el hijo de los dueños de un santuario de alpacas.
Este paraíso de las alpacas está ubicado a 45 kilómetros de Oslo, en Noruega , y a donde van centenares de visitantes a disfrutar de un momento de paz en el campo y con la más dulce compañía.
En Instagram, sus seguidores se cuentan por miles y las alpacas que aparecen en las publicación han logrado su minuto de fama y, de paso, hacen olvidar, así sea por un instante, los problemas grandes y chicos.
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