Era un día tranquilo y soleado en un vecindario de Nueva York, EE. UU., hasta que ocurrió lo impensable: una persecución policial terminó con una camioneta dando vueltas y volcándose frente a la vivienda de Sean Irizarry, que salió para brindar auxilio, pero más temprano que tarde se dio cuenta de que no era una buena idea.
Como si se tratase de una película de policías y ladrones, patrullas rodearon la camioneta siniestrada de la que salieron dos sospechosos de posesión criminal de armas que quisieron emprender la huida.
Su intento de fuga no prosperó, pero sí el video captado por la cámara de seguridad instalada en la casa de Sean, quien difícilmente olvidará este día.