Formentera, la más pequeña de las islas Baleares de España, fue el escenario de un evento descrito por muchos como apocalíptico y "un infierno". La tranquilidad habitual del lugar fue interrumpida por un mar picado que tomó por sorpresa a decenas de navegantes.
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Sus embarcaciones, que normalmente surcan esas aguas plácidas, se convirtieron en juguetes a merced de la furia de las olas. El temporal también dejó daños materiales en su paso.
Todo un escenario apocalíptico, con barcos destrozados y encallados
Videos compartidos en redes sociales muestran la magnitud del desastre: un verdadero cementerio de barcos destrozados por cuenta de la implacable tormenta.
Así estaba el mar en Formentera hoy: pic.twitter.com/RB29cwUKLL
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) August 14, 2024
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Lo que para algunos evocó escenas de naufragios de películas de piratas fue en realidad una cruda advertencia de la naturaleza que recordó la necesidad de respetar sus fuerzas y poder.
Formentera, con su habitual serenidad, fue testigo de cómo, en cuestión de horas, el mar puede transformarse en un enemigo implacable.
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