Fernando Álvarez pidió a la FINA el homenaje en Budapest, que le fue negado. Por eso, mientras sus compañeros saltaban a la piscina, él permaneció quieto.
El deportista, de 71 años, participaba en el Mundial Masters de Budapest 2017 y tras los atentados en la capital catalana decidió pedirle a la Federación Internacional de Natación que se realizara un minuto de silencio en honor de las víctimas.
Varios intentos por lograrlo fueron infructuosos, por ello en el momento de la prueba le repitió la solicitud al juez, a través de una intérprete, quien le contestó que “no era posible porque no se podía perder ni un minuto”.
Ante la respuesta, durante la prueba de 200 metros, el hombre decidió guardar silencio por 60 segundos mientras sus compañeros saltaban a la piscina.
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Un minuto después se lanzó e hizo sus cuatro vueltas reglamentarias en solitario. Obviamente llegó último.
"Me quedé quieto, como cuando te decían 'firmes' en la milicia. Y así me he quedado yo. Salí un minuto después. Pero me da igual, lo estaba sintiendo más que si gano todos los oros del mundo", aseguró a la prensa.
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La Federación no le contabilizó el tiempo, pero tampoco se ha contactado con él.
Dice que no contaba con que los demás deportistas, su club y la federación española le hayan manifestado su apoyo y que le emociona que sus nietos le hayan hecho un video para mostrarle cómo su gesto le ha dado la vuelta al mundo.
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