Si los campeones nunca mueren, ¿por qué estamos tan tristes?
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Si los campeones nunca mueren, como titula el diario A Bola en su portada, ¿por qué estamos tan tristes?
¿Por qué repetimos una y otra vez “#FuerzaChapecoense”?, como queriéndonos aliviar un dolor que asumimos como propio.
Y es que este ha sido un viaje sin retorno. Así lo ha querido ilustrar el caricaturista jordano Omar Momani.
Sad day for football#Chapecoense #ForçaChape pic.twitter.com/nnpqtFXv6X
— Omar Momani (@omomani) November 29, 2016
Un viaje para el que nadie estaba preparado.
Una copa rota, como los corazones de los hinchas.
Un estadio vacío y un cielo lleno de estrellas, como lo ha imaginado el diario Olé.
#LaTapaDeOle pic.twitter.com/5olFEQhgBZ
— Diario Olé (@DiarioOle) November 30, 2016
Nos quedamos con esa melancolía que sentimos todos la final de un partido, y de la que hablaba el escritor Eduardo Galeano.
Y con una dedicatoria: la de Franco Armani, portero del Atlético Nacional, a Danilo, el hombre bajo los palos del chapecoense:
“Los porteros somos la estrella solitaria e incomprendida del fútbol, héroe o villano, pero siempre brillante y decisivo. Descansa en paz, colega. Dejas tu mejor legado. Fuerza para tu familia. Campeón por siempre”.
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