El Adviento es un tiempo litúrgico de preparación y espera en la Iglesia católica, que precede a la celebración de la Navidad. Este periodo, que abarca las cuatro semanas anteriores al 25 de diciembre, invita a los fieles a reflexionar sobre la venida de Jesucristo, tanto en su nacimiento en Belén como en su segunda venida al final de los tiempos.
La palabra "Adviento" proviene del latín "adventus", que significa "venida" o "llegada", y se refiere a la llegada de Cristo.
Durante el Adviento, la liturgia de la Iglesia se centra en temas de esperanza, conversión y preparación espiritual. Es un tiempo para que los creyentes renueven su fe y se preparen para recibir a Jesús en sus corazones. La corona de Adviento, con sus cuatro velas, es un símbolo importante de este tiempo. Cada domingo de Adviento se enciende una vela, representando la luz que Cristo trae al mundo. Las velas suelen tener colores específicos: tres moradas y una rosa, que se enciende el tercer domingo, conocido como el Domingo de Gaudete, o Domingo de la Alegría.
El Adviento también es un tiempo de penitencia y reflexión, similar a la Cuaresma, aunque con un tono más esperanzador. Las lecturas bíblicas durante este periodo enfatizan la necesidad de estar vigilantes y preparados para la venida del Señor. La figura de Juan el Bautista, quien preparó el camino para Jesús, es central en las lecturas y reflexiones de Adviento.
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Segundo domingo de Adviento
El Segundo Domingo de Adviento, que en 2024 se celebra el 8 de diciembre, continúa con el tema de la preparación y la conversión. En este día, la liturgia nos invita a reflexionar sobre la figura de Juan el Bautista y su llamado a la conversión. Juan es descrito como "la voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas" (Lucas 3:4). Su mensaje es una invitación a la penitencia y a la renovación espiritual, preparando nuestros corazones para la llegada de Cristo.
La segunda vela de la Corona de Adviento, conocida como la vela de la Paz, se enciende en este domingo. Esta vela simboliza la paz que Cristo trae al mundo y la paz que los creyentes deben buscar en sus vidas. La luz de esta vela nos recuerda que, en medio de las dificultades y las pruebas, la paz de Cristo está siempre presente y disponible para aquellos que la buscan.
Oración en familia para el segundo domingo de Adviento
Antes de comenzar la oración, coloque la Corona de Adviento en un lugar especial de la casa, preferiblemente en el centro de la mesa donde se reúna la familia. Asegúrese de que la primera vela esté encendida antes de iniciar la oración. Puede colocar una imagen de la Virgen María junto a la corona y crear un ambiente de recogimiento con una luz cálida. Le compartimos la oración, según Aciprensa.
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Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Monitor: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Todos: Que hizo el cielo y la tierra.
Monitor: El Señor está cada vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para recibirlo en nuestros corazones. En este momento especial, vamos a encender la segunda vela de nuestra Corona de Adviento, la vela de la Paz. Hagamos un momento de silencio para elevar nuestra oración al Señor.
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(Momento de silencio)
Lector: Lectura del Evangelio según San Lucas (Lucas 3:1-6):"En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso será recto y las asperezas serán caminos llanos. Y toda carne verá la salvación de Dios".
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.
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Monitor: Reflexionemos sobre esta lectura y pidamos al Señor que nos ayude a preparar nuestros corazones para su venida. Que la luz de esta segunda vela nos recuerde la paz que Cristo trae al mundo y nos inspire a buscar la paz en nuestras vidas y en nuestras relaciones.
(Momento de reflexión)
Todos: Señor Jesús, tú eres la luz del mundo. Te pedimos que ilumines nuestros corazones con tu paz y nos ayudes a preparar el camino para tu venida. Que esta vela encendida sea un signo de nuestra esperanza y de nuestro deseo de vivir en paz contigo y con los demás. Amén.
Monitor: Ahora, elevemos nuestras peticiones al Señor.
(Lea también: ¿Qué es la corona de Adviento? Este es el significado y cómo se elabora en casa
)(Cada miembro de la familia puede hacer una petición personal)
Todos: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
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Monitor: Que el Señor nos bendiga y nos guarde en su paz. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.