Las dos hermanas, residentes en Minnesota, Estados Unidos, se enteraron de que estaban embarazadas en abril pasado, poco después de que el estado entrara en una cuarentena estricta por culpa de la pandemia ocasionada por el COVID-19.
Ellas se habían apoyado mutuamente cuando su padre murió de cáncer en 2016, y lo volvieron a hacer durante la etapa del embarazo.
Las mujeres viven a 20 minutos de distancia en la zona de Twin Cities y pudieron verse regularmente durante los nueve meses.
“Por la pandemia, cosas como los ‘showers’ y todo eso no fueron lo normal, lo que tú esperas, así que tener a mi hermana a mi lado era muy reconfortante”, señaló Brittany Schille a CNN.
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Aunque ambas tenían fecha de parto para diciembre y tenían el mismo ginecólogo, no se imaginaron que esto podía suceder.
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Carruth empezó labores de parto a las 2:00 a.m. del 14 de diciembre, el mismo día en que su hermana estaba programada para inducirle el parto.
Ambas fueron llevadas al Hospital Health Fairview Ridges, en Burnsville. Estuvieron en habitaciones contiguas, y con el mismo doctor y enfermeras.
“Todo el mundo pareció disfrutar la situación y encontrarla divertida”, señalan.
Durante el proceso se mantuvieron en contacto y enviándose mensajes todo el tiempo.
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Los bebés, Cassius John y Zander Paul, nacieron con 90 minutos de diferencia y en buen estado de salud.
Ashley y Brittany sienten que esto fue un regalo de su padre.