El cerebro es el centro de comando de nuestro cuerpo, responsable de todo, desde regular nuestra respiración hasta permitirnos disfrutar de recuerdos y emociones. Pero, ¿qué sucede en este órgano vital cuando nos enfrentamos al final de la vida?
A medida que nos acercamos a la muerte, el cerebro experimenta una serie de cambios fascinantes y complejos, según científicos.
¿Qué pasa con nuestro cerebro al morir, según la ciencia?
- Disminución de la actividad cerebral
Cuando el cuerpo se prepara para morir, la actividad cerebral comienza a disminuir. Las áreas de este órgano responsables de las funciones complejas son las primeras en verse afectadas, lo que puede resultar en confusión, pérdida de memoria y desorientación. Este proceso es gradual y puede variar significativamente de una persona a otra.
- Cambios en la percepción
A medida que la actividad en el córtex cerebral disminuye, también lo hace nuestra percepción del mundo exterior. Los sentidos se embotan y puede ser más difícil ver, oír o sentir. Algunas personas experimentan alucinaciones visuales o auditivas, a menudo interpretadas como experiencias cercanas a la muerte o visiones espirituales.
- Fenómeno de la revisión de la vida
Hay informes de personas que en sus últimos momentos ven su vida "pasar ante sus ojos". Aunque este fenómeno no se comprende completamente, algunos científicos creen que puede ser el resultado de una actividad cerebral final y desorganizada, donde los recuerdos almacenados se "reproducen" aleatoriamente.
- Liberación de euroquímicos
Investigaciones sugieren que durante la muerte el cerebro puede liberar una cascada de neuroquímicos y hormonas, como la endorfina y la serotonina, que pueden producir una sensación de paz o euforia. Esto podría explicar por qué algunas personas parecen aceptar la muerte con tranquilidad.
- Hipoxia cerebral
La falta de oxígeno, o hipoxia cerebral, juega un papel crucial en los momentos finales. Puede contribuir a la sensación de calma y las visiones alucinatorias, ya que el cerebro intenta mantener la función en niveles más bajos de oxigenación.