Cientos de polluelos de pingüinos emperador se aglomeraron en la cima de un acantilado en la bahía de Atka, en el borde del mar de Weddell (en la Antártica occidental), para aventurarse a saltar al mar, mientras estaban a más de 15 metros de altura. ¿Por qué decidirían saltar a riesgo de perder la vida?
Con tan solo seis meses de nacidos, los polluelos de pingüino emperador marchan hacia el océano. Lo que nadie sabía era por qué algunos de estos pequeños se dirigían a escarpados acantilados de hielo. Un comportamiento inusual que había sido captado por satélites desde el 2009 y que era un completo misterio hasta hoy, cuando un equipo del canal NatGeo, liderado por Bertie Gregory, reveló su secreto.
En su corta vida, estos polluelos suelen dar su primer nado a centímetros del suelo; entonces, ¿por qué saltar desde un acantilado de 15 metros, en una acción que para algunos podría ser fatal? ¿Quién se atrevería? En cuestión de minutos, el más valiente del grupo se lanza al vacío e impacta las gélidas aguas.
Segundos de silencio, a la espera de alguna señal, hasta que aparece este líder emergente. "Si él puede, yo puedo", pensarían los otros, y es ahí cuando se da el efecto cascada. Uno a uno, se fueron asomando al borde y, en picada, se lanzaron por voluntad o por el empujón de la multitud que presionaba.
Aquí, el valor contaba, pero más, el hambre, la principal motivación para que los polluelos de pingüino emperador saltaran a una altura que podría compararse con la de un edificio de cinco plantas.
El salto polar inédito hace parte de la serie documental Secrets of the penguins (Secreto de los pingüinos), grabada por National Geographic y que se estrenará en el 2025, en el Día de la Tierra. Un abrebocas que se ha hecho viral con estas primeras imágenes vistas por millones de usuarios en las redes sociales.
En el video, uno de los realizadores de la serie se pregunta “¿a dónde se dirigen estos polluelos?”, pues le pareció extraño que se acercaran a la orilla siendo tan jóvenes debido a que esta hazaña para buscar alimentos lo suelen hacer los pingüinos emperador adultos.
Solo bastó que uno de estos pequeños tomara el valor y el impulso para saltar al vacío
Y, como si estuvieran a la expectativa de lo que había sucedido con su compañero, los pingüinos bebés se asomaron más a la orilla. Solo bastaron unos segundos para que vieran al polluelo salir nadando a la superficie.
Poco a poco y uno por uno empezaron a saltar del acantilado. El narrador de este impresionante hecho dijo que “esos primeros valientes saltadores parecen estar dándole al resto la seguridad para seguirles. Incluso, algunos están intentando mover sus alas (mientras caen)”.
“Sabemos que estos polluelos han crecido juntos y permanecen juntos”, así lo demostraron, pues nadaron alegremente hacia el mar del Sur.
“Es algo realmente increíble de ver. No está tan mal para tratarse de su primera clase de natación”, concluyó el narrador y uno de los que registró este importante momento.
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