Algunos amantes del buen sonido y de los autos buscan potenciar el volumen de la música de sus vehículos al máximo, sin embargo, a veces no miden los límites en convertir un método de transporte en una discoteca andante.
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Este es el caso de dos jóvenes propietarios de una todoterreno que decidieron instalar cuatro altavoces gigantes para hacer que toda la carrocería de su auto vibrara mientras conducían.
Aunque es una situación común, su decisión les trajo graves consecuencias, pues, a medida que iban aumentando el volumen de la música, la vibración de las notas más graves le pasaron factura a su ya desgastado auto.
En el video se puede observar cómo las partes externas que rodean la ventana de la puerta del pasajero se van despegando poco a poco para caer al suelo, como si de un terremoto se tratara.
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A pesar de la grave situación de destrozo por la música, los jóvenes parecen disfrutar del momento hasta que de pronto los airbags del auto se activan por sí solos, quedando en la cara del personaje que grababa y en la del conductor.
Todo mientras se encontraban rodeados de varias personas con sus autos, también 4x4, quienes al ver lo que había ocurrido se acercaron a ayudar a los amantes del buen sonido que se habían llevado un gran susto, que finalmente llevó a la celebración. “¡Esto fue épico!”, se le escucha de decir a uno de ellos.
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Según parece, las vibraciones de los amplificadores fueron tan fuertes en el chasis que se activaron los sensores de colisión que están incorporados en el vehículo y accionaron los airbags al sentir que el movimiento fue producto de recibir un impacto.
Hablando de sorpresas, este mejor amigo del hombre causó estragos
Aunque suene como una broma, en Texas, Estados Unidos, la Policía fue en búsqueda de un "conductor imprudente" que chocó contra dos automóviles en el estacionamiento de un reconocido supermercado, sin embargo, para su sorpresa, el implicado era un perrito.
De acuerdo a las autoridades, uno de los dueños del auto implicado en el incidente vio al culpable detrás del volante, pero no pudo mover su vehículo a tiempo.
Además, la investigación reveló que, mientras el perrito esperaba a sus dueños, el nerviosismo de la soledad provocó que se moviera de un asiento a otro hasta que su correa quedó enredada en el freno de mano.
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Esto hizo que el vehículo se pusiera en marcha y causara un accidente de tránsito menor, sin heridos ni daños de consideración. Afortunadamente, ahora esta es solo una curiosa historia para el recuerdo del Departamento de Policía, que aseguró que el perrito tenía "una mirada de culpable en su cara". Este hecho ocurrió en diciembre de 2022.