Un perrito
se volvió noticia luego de que, en medio de la peregrinación por la Virgen de Guadalupe, se desmayara en la Basílica de la Morenita del Tepeyac, como también se le conoce a la patrona de los mexicanos.
El animalito llegó junto a cientos de fieles que querían homenajear a la guadalupana en su día, el 12 de diciembre, al cumplirse 491 años de que la Virgen se le manifestara a Juan Diego Cuauhtlatoatzin, un indígena de 57 años convertido al cristianismo.
En medio de la multitud, el perrito se desplomó en el templo de la Virgen de Guadalupe y un grupo de enfermeros que estaba en el sitio no dudó en brindarle los primeros auxilios.
Imágenes en redes sociales muestran cómo lo sacaron de la Basílica y lo trasladaron a una camilla para reanimarlo. Finalmente, el animalito se mostró restablecido a las afueras de la iglesia donde se encuentra la Patrona de América Latina.
#FelizMartes 🙏
— Lety Varela (@LetyVarela) December 12, 2023
Aquí el mejor ejemplo de ser #Guadalupano
Estos estudiantes de enfermería atendieron a 🐶 que quedó inconsciente en la Basílica de Guadalupe
Lo hidrataron y masajearon hasta que el perro pudo incorporarse #VirgenDeGuadalupe #LaGuadalupana
(Vía @reformaciudad) pic.twitter.com/02otX67ioD
¿Por qué el día de la Virgen de Guadalupe se celebra el 12 de diciembre?
En 1531, la Virgen de Guadalupe
se manifestó ante Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Según los relatos mexicanos, la madre de Dios le reveló a este indígena su nombre en náhuatl, coatlaxopeuh, que significa "la que pisa la cabeza de la serpiente". Este evento ha dejado una huella significativa en la historia cristiana de México.
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El nombre de la Virgen, Guadalupe, se derivó de la adaptación al español de la palabra náhuatl coatlaxopeuh. Hace 491 años, Juan Diego Cuauhtlatoatzin ascendió a pie a Tlatelolco, una ciudad establecida por la tribu mexicana de los Tlatelolcas, situada en el cerro Tepeyac. Fue en este lugar donde la patrona de América se le manifestó por primera vez.
Según la versión de la Basílica de Guadalupe en México, las apariciones de la Virgen ocurrieron en cinco ocasiones, desde el 9 de diciembre hasta la madrugada del martes 12 de diciembre. Lleno de fe, Juan Diego Cuauhtlatoatzin descendió para informar al obispo sobre lo que había presenciado. El obispo, en busca de una prueba concreta, solicitó evidencia. Afortunadamente, la Virgen le había encomendado a Juan Diego el corte de unas rosas el 12 de diciembre, las cuales llevó en su poncho, quedando impresa en él la imagen de la Virgen.
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Este gesto marcó el inicio de la construcción de la capilla de los indígenas, donde Juan Diego vivió hasta sus últimos días y, gradualmente, la Virgen de Guadalupe se convirtió en un símbolo central de la fe en las comunidades indígenas y más allá.