Una pista de patinaje resume la vida de una joven patinadora que ha caído mil veces y mil veces se ha levantado. También es una influenciadora que ha dado infinidad de giros para entender que no hay mejor eje corporal que el amor propio.
Dicen que la distancia entre el querer y el poder se acorta con entrenamiento y eso es lo que le ha permitido a Laine Dubin ser la patinadora e influenciadora que es hoy. Dubin no concibe la vida sin una pista de patinaje, que la ha visto deslizarse entre la risa y el llanto durante años.
Aunque nunca se lo propuso, una vez dio el salto hacia plataformas como TikTok, donde se convirtió en un fenómeno viral y, con el tiempo, en una defensora de la inclusión corporal. Aunque, hay que decirlo, no ha sido fácil.
Entre caídas y levantadas, esta patinadora y emprendedora de moda circular ha enfrentado el matoneo en las redes sociales, donde responde con altas dosis de amor propio, confianza y equilibrio, esta última una condición innegociable de la disciplina que practica.
Siguen siendo millones los giros que da Laine Dubin y, de paso, las reproducciones en sus videos, los mismos que invitan a las personas a aceptarse tal cual son.
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