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El animal sorprendió a los 120 tripulantes del navío que emergió, al parecer, para deshacerse de bolsas de basura y desechos.
El oso polar se encontraba sentado en el hielo, cuando el submarino de clase Delta IV apareció en la superficie.
El mamífero, curioso y hambriento, se abrió paso hasta la cubierta, atraído tal vez por los desechos orgánicos que serían arrojados al mar.
Los marinos se mantuvieron bajo la cubierta hasta que el oso polar se alejó.
Las fotografías del inédito momento fueron tomadas cerca del archipiélago noruego de Svalbard.
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