El instinto de supervivencia fue visto en primer plano en una escena protagonizada por un oso y su cuidador. Todo ocurrió durante un operativo de liberación en el que alguien sobrevivió para contarlo.
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Un sorbo de libertad fue necesario para que un oso pardo activara el más feroz de los instintos, el de la supervivencia. Pero contemos la historia desde el principio. Cinco semanas atrás, el oso de unos dos años había sido rescatado por autoridades medioambientales, luego de ser atropellado por un vehículo en una zona rural de la República de Armenia, en Asia.
Ricky the #bear couldn’t wait to show just how WILD he really is! His fierce instincts kicked in the moment the crate opened, and he wasted no time charging into the wild! We can definitely say it was a release no one will forget anytime soon!@rickygervais #bears #animals pic.twitter.com/483iFs1GvO
— International Animal Rescue (@IAR_updates) October 24, 2024
Una vez atendieron sus heridas y completó su rehabilitación, el oso al que sus cuidadores llamaron Ricky estaba listo para ser devuelto a su hábitat. Sin embargo, en el operativo el mamífero mostró su lado salvaje, su instinto lo llevó a atacar a su cuidador, que también activó el suyo, el de supervivencia. Y con unos reflejos envidiables y un conductor habilidoso, escapó de las garras de Rick.
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Una liberación que de seguro nadie del refugio olvidará.
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