Un niño de 6 años se está llevando los aplausos de los usuarios de redes sociales y de los expertos en el ajedrez con las jugadas que realiza a su corta edad en el imponente tablero de cuadros blancos y negros. Muchos ya lo ven convertirse, ante sus ojos, en todo un maestro de este juego.
Competir contra Tweedledum, como se le ha llamado en las plataformas digitales, en un tablero de ajedrez es enfrentarse a una partida en la que no habrá una mirada fija, pero sí una increíble y única derrota.
German Yunker, como es su nombre de pila, se enfrenta con los mejores del mundo en este deporte mental, el mismo que él hace ver como un juego de niños por su particular manera de mover las fichas.
Además de su talento y rápidas jugadas, lo que llama la atención de German Yunker también es su estilo al jugar: despreocupado, tranquilo y con un trasfondo que no todos perciben fácilmente en el que las miradas con el adversario no están presentes, pero no por temor a la derrota.
Este prodigio del ajedrez es un niño con trastorno del espectro autista, lo que causa que en medio de las partidas prefiera evitar el contacto visual con sus oponentes.
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Pero esta condición, lo ha demostrado, no afecta su concentración ni talento, que en cada partida parecen más agudos.
El impacto de las partidas entre Tweedledum y los mejores del mundo llegó rápidamente a las redes sociales, donde suman millones de visualizaciones en plataformas como TikTok y YouTube, consiguiendo fama como pocos. Mientras muchos se sorprenden con su talento, otros expertos analizan y aprenden de sus jugadas.