Falleció Argos, un perrito que fue uno de los personajes más ilustres y queridos de Pompeya, el mítico lugar sepultado por un volcán. El peludo ha dejado de vagar por estas tierras y en redes sociales le rinden homenaje.
Tan mítico como la misma Pompeya, así fue Argos, el único y probablemente el último perro callejero conocido por los habitantes de este terruño que albergó la antigua ciudad romana arrasada tras la erupción de un volcán en el año 79 d. de C.
El mamífero ganó el título de personaje ilustre del Parque Arqueológico de Pompeya, a donde llegaba todos los días puntual como un reloj, según los empleados del lugar, que lo recuerdan como el primero en ingresar y el último en partir. Fueron más de 15 años vagando y haciendo amigos.
Como la antigua Pompeya, la vida de Argos se extinguió, pero dejó huella en el corazón de quienes se cruzaron en su camino.
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