Hannah Bourne-Taylor es una fotógrafa y escritora británica que durante una estadía en África dejó que un pichón abandonado anidara en su pelo durante 84 días.
Ella y su esposo, Robin, se mudarona Ghana en el 2013 después de que él aceptó un trabajo en la nación africana; sin embargo, Hannah no pudo laborar debido a las restricciones de visa en dicho país.
Ella se sentía muy nostálgica y aburrida, puesto que, además de no poder trabajar, no tenía amigos y sus vecinos eran un poco cerrados a nuevas amistades.
“Me quedé aislada, nostálgica y sin propósito”, declaró para el medio británico The Guardian .
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No obstante, su estadía cambió por completo, tras una tormenta eléctrica “particularmente fuerte” en el año 2018, ya que encontró a un pichón de un mes de edad en el pasto de su jardín.
“Tenía los ojos bien cerrados y temblaba, demasiado joven para sobrevivir solo. Era del tamaño de mi dedo meñique, con plumas del color de ricas galletas de té, ojos como tinta y un pico pequeño como la mina de un lápiz”, dijo Hannah.
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De inmediato, tuvieron una conexión, pues al día siguiente ella lo alimentó y le cantó, mientras que la cría pensaba que la mujer era su madre.
“Para él, yo era su madre. Durante los siguientes 84 días, el polluelo vivió de mí. Cada día, hacía pequeños 'nidos' en mi cabello , en el surco de mi clavícula, lo que me llenaba de asombro”, indicó.
Ella lo alimentó, lo cuidó y lo preparó para dejar el nido, en este caso, su pelo. Para finales del 2018, el pichón creció lo suficiente hasta convertirse en un pinzón adulto y unirse a la bandada que meses atrás lo había dejado atrás.
Esta experiencia le cambió la vida a Hannah, pues cuando regresó a su país natal, se unió a organizaciones que luchan por la conservación de los pájaros y hasta descubrió su historia en un libro, llamado 'Fledgling’ (‘El pichón’ en su traducción al español), que publicará en abril.
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